Corrige miopía, hipermetropía y astigmatismo con las últimas tecnologías en cirugía láser, mejorando la visión sin necesidad de gafas o lentes de contacto.
La cirugía refractiva láser es la solución ideal para corregir miopía, hipermetropía y astigmatismo, permitiéndote disfrutar de una visión clara sin depender de gafas o lentes de contacto. Utilizamos tecnología de femtosegundo y láser excímer para garantizar precisión, seguridad y una recuperación rápida. Descubre la libertad de una visión perfecta con un procedimiento rápido, indoloro y altamente efectivo.
Los mejores candidatos son mayores de 18 años, con una graduación estable durante al menos un año y sin enfermedades oculares que puedan afectar el procedimiento. Una evaluación oftalmológica completa determinará si la cirugía es adecuada para ti.
La cirugía láser es rápida, dura entre 10 y 15 minutos en total para ambos ojos. El láser en sí solo actúa durante unos segundos, y la recuperación es generalmente muy rápida. La mayoría de los pacientes experimentan una mejora notable en su visión en las primeras 24 horas y pueden retomar actividades diarias, como el uso de pantallas o lectura, en uno o dos días. Sin embargo, se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos y la exposición directa al agua o al sol durante al menos una semana para favorecer una recuperación óptima.
En la mayoría de los casos, la corrección con cirugía láser es permanente. Sin embargo, es fundamental operarse en el momento adecuado para garantizar los mejores resultados. La cirugía refractiva solo se recomienda cuando la graduación se ha estabilizado, es decir, cuando no ha habido cambios significativos en la graduación durante al menos un año.
En los hombres, la graduación suele estabilizarse antes, aproximadamente entre los 20 y 22 años, mientras que en las mujeres este proceso puede tardar más, alcanzando la estabilidad entre los 22 y 24 años. Además, en el caso de las mujeres, es importante considerar que el embarazo puede provocar cambios en la graduación debido a las fluctuaciones hormonales. Por este motivo, se recomienda realizar la cirugía una vez completado el embarazo y el periodo de lactancia, asegurando que la visión se haya mantenido estable.
Aun así, con el paso del tiempo, pueden aparecer otras condiciones visuales como la presbicia (vista cansada), que suele desarrollarse a partir de los 40-45 años y que puede hacer necesario el uso de gafas para lectura o visión cercana.